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martes, 30 de marzo de 2010

La Vida Profesional 2, Eduardo Galeano


Tienen el mismo nombre, el mismo apellido. Ocupan la misma casa y calzan los mismos zapatos. Duermen en la misma almohada, junto a la misma mujer. Cada mañana, el espejo les devuelve la misma cara. Pero él y él no son la misma persona:

-Y yo, ¿qué tengo que ver? -dice él, hablando de él, mientras se encoge de hombros.

-Yo cumplo órdenes -dice, o dice:

-Para eso me pagan.

O dice:

-Si no lo hago yo, lo hace otro.

Que es como decir:

-Yo soy otro.

Ante el odio de la víctima, el verdugo siente estupor y hasta una cierta sensación de injusticia: al fin y al cabo, él es un funcionario, un simple funcionario que cumple su horario y su tarea. Terminada la agotadora jornada de trabajo, el torturador se lava las manos.

Ahmadou Gherab, que peleó por la independencia de Argelia, me lo contó. Ahmadou fue torturado por un oficial francés durante varios meses. Y cada día, a las seis en punto de la tarde, el torturador se secaba el sudor de la frente, desenchufaba la picana eléctrica y guardaba los demás instrumentos de trabajo. Entonces se sentaba junto al torturado y le hablaba de sus problemas familiares y del ascenso que no llega y lo cara que está la vida. El torturador hablaba de su mujer insufrible y del hijo recién nacido, que no lo había dejado pegar un ojo en toda la noche; hablaba contra Orán, esta ciudad de mierda, y contra el hijo de puta del coronel que...

Ahmadou, ensangrentado, temblando de dolor, ardiendo en fiebres, no decía nada.

5 comentarios:

  1. y si,
    hace honor al nombre:

    dan ganas de dar abrazos despues de leerlo.
    (a cada paso)

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  2. Buenas noches:

    Lo primero, felicitarte por el trabajo que se ve en tu blog. Muy estimulante.

    Hecha la introducción necesaria, me presento. Me llamo Javier Casado. Soy un pequeño "editor" de Getafe (Madrid, España) que dirige una minúscula editorial sin ánimo de lucro llamada Impresioneslasjustas. Acabamos de llegar al océano editorial. En fin, esperemos no naufragar.

    Como te decía, me ha gustado mucho lo que he podido ver, lo que he podido curiosear en la web. Me ha parecido muy interesante. Dirijo un blog que comparte sus contenidos de forma gratuita, bajo licencia Creative Commons. Mi editorial es de momento más un hobby que un negocio. Pero bueno, todo se andará.

    Te escribía para comentarte que un contenido de tu blog lo hemos empleado para "ilustrar" el trabajo del poeta Eduardo Galeano. Quería pedirte permiso para poder utilizar dicha fotografía. Se me ha ido el santo al cielo y no he podido escribirte antes. Lo hago ahora.

    Te dejo el link donde se encuentra el contenido en cuestión. Es en:

    http://impresioneslasjustasimpresiones.blogspot.com/2012/01/la-petite-mort.html

    Como verás, citamos el origen de los textos, las ilustraciones, las traducciones e intentamos contactar y conseguir los permisos necesarios para compartir nuestro trabajo. Dejamos muy claro la procedencia de cada obra y valoramos enormemente el esfuerzo y la labor de cada persona. Reitero la idea de que no vendemos nada. Entendemos que puede parecer extraño que una empresa tenga esa filosofía. Pero es la que defendemos. Obviamente comprendemos que los autores están en su legítimo derecho de preservar sus obras. De ahí la solicitud del permiso.

    Si por cualquier circunstancia no desearas que utilizáramos dicho contenido, lo retiraríamos inmediatamente. No nos hemos metido en esto para discutir. Más bien al contrario. Nos interesa conciliar posturas, unir esfuerzos y talentos.

    Gracias por tu tiempo y perdona esta extraña intromisión de un poeta loco desde este mundo digital de ceros y unos que cree que la poesía merece algo más que un rincón y que se ha metido a editor para demostrar al resto del mundo que no está equivocado.

    Recibe un cordial saludo de,
    Javier Casado

    http://impresioneslasjustasimpresiones.blogspot.com

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